11 de setembre del 2010

Hobbes


Aquest de la foto és el Hobbes, el meu gos. O hauria de dir que "era", el meu gos, doncs es va morir unes setmanes després de fer-la. Però aquest no és un post sobre el Hobbes, o no de manera directa. Aquest és un post sobre un llibre extraordinari. Sobre La història d'Edgar Sawtelle. Una novel·la que vaig llegir aquest juliol en la seva versió de pre-publicació i que em va colpir molt. Una història sobre el valor de la lleialtat, sobre en qui confiem i en qui no, a qui ens aferrem fins a la mort. No sabia si volia escriure'n alguna cosa aquí, però. Tanmateix, ja se n'ha començat a parlar, i volia afegir-hi el que vaig sentir al llegir-la. És força evident que La història d'Edgar Sawtelle ha estat pensada per ser una Gran Novel·la. Beu de Shakespeare (Hamlet, sobretot), de les tragèdies gregues (amb oracle inclòs), dels fenòmens de realisme màgic i de les novel·les d'aventures de tota la vida, Jack London en especial. Però no és un collage (aquesta paraula, quan la sento aplicada a un text sempre se'm substitueix per pastiche, i immediatament, em resulta pejorativa). Una de les virtuts de l'obra de David Wroblewski és precisament la seva capacitat per trenar totes aquestes influències, d'empeltar-se de la tradició occidental i reformular-la en una història que t'atrapa pel coll de la camisa i no et deixa anar fins al final. I quan el final arriba, malgrat que no és un final que tingui cap pietat amb el lector, no pots no pensar que has estat testimoni d'una gran aventura, que n'has sortit il·lès, però que t'ha tocat, t'ha emocionat i, en certa manera, ha quedat en tu per sempre.  

Wroblewski diu que "escrivim el que voldríem llegir". I afegeix: "La història d'Edgar Sawtelle va sorgir precisament del meu desig de voler llegir una novel·la sobre un noi i el seu gos.[Així doncs], La història d'Edgar Sawtelle és la història d'un noi i el seu gos explicada als adults. Si estigués cercant una novel·la així, com vaig fer fa temps, aquesta és l'única cosa que voldria saber-ne. [Lector], treu i amaga la sobrecoberta del llibre. No la miris fins que el tanquis per darrera vegada. Una novel·la és una màquina per somiar despert. Et desitjo una llarga i lenta lectura. La possibilitat de viure una doble vida. Amb gossos."

PS: Podeu llegir l'article sobre l'Edgar i els seus gossos d'avui diumenge a El País per Maruja Torres aquí.

21 d’agost del 2010

Muntanya

Fa molts anys, vaig escriure això. De fet, va ser el meu primer article aparegut en un mitjà. Recordo que quan es va publicar tornàvem de fer cims al Pirineu francès i vaig comprar el diari a Salardú, a la Vall d'Aran. Va ser l'últim estiu de muntanya de debò. Després, poc a poc, vam deixar d'anar-hi. La meva feina de cap de setmana i totes les excuses del món. Aquest estiu ens hi hem retrobat. A un nivell molt amateur, amb excursions que no eren cims però que demanaven una mica d'esforç, amb desnivells per sobre dels 800m. No m'havia adonat fins ara fins a quin punt formava part de mi, m'alliberava, m'omplia. La muntanya no ens necessita. Nosaltres a ella, sí.

Sueños de altura

"Pasamos una nueva página. En la vida de los hombres hay otros Annapurnas". Así termina el relato que Maurice Herzog escribió sobre la primera ascensión de la historia a una cima de más de 8.000 metros. Corría el año 1950 y el Annapurna, la Diosa de la fertilidad, les costó, a Herzog y a su compañero de cordada, Louis Lachenal, serias amputaciones en manos y pies. En la vida de cada hombre hay otros Annapurnas, otros objetivos, pero la montaña es un canto de sirena. Y por muy hercúleos que sean los esfuerzos para resistirse a su llamada, muchos son los que sucumben a sus encantos, y no pocos los que deciden inmortalizar estas experiencias a través de la escritura. Es el caso de Eduard Sallent, que tenía veinicinco años cuando el Himalaya cambió su vida. Era el verano de 1997, y una expedición catalana se disponía a escalar el Nanga Parbat, la montaña asesina. De los cuatro amigos que llegaron a su cima, sólo tres regresarían con vida al campo base. "Hay un antes y un después del Nanga", comenta mientras comemos en su casa con Dolors, su mujer. "En Mentre hi hagi llum, más que una tragedia intento explicar un acto de supervivencia humana. Me despertaba y no tenía claro si seguiría con vida cuando terminara el día. Pero ya no es posible narrar epopeyas al estilo de Herzog, pues las montañas son las mismas, los que cambian son los hombres". Consciente de que no hay historia de montaña sin historia humana, la fuerza de su narración no es sólo la de las gestas, sino la que expone el arco iris de emociones que un grupo de amigos puede llegar a vivir en situaciones extremas.

A 7.500 metros de altura se entra en la Zona de la Muerte. Esto significa que el desgaste fisiológico que se sufre a partir de dicha altitud es tan grave que no conviene pasar mucho tiempo por encima de este límite vertical. Pese a todo, y bajo los efectos de la hipoxia (falta de oxígeno), el conocimiento del escalador se ve abrumado por un solo pensamiento obsesivo: llegar a la cima. Eduard Sallent lo describe de esta manera: "No tenemos conciencia de lo que estamos decidiendo y arriesgando. Sólo funcionamos por instinto. No hay otras posibilidades. La cima está cerca y continuaremos hasta ella, pase lo que pase. Siento como si flotara. Todo lo que sucede a mi alrededor es difícil de percibir con conciencia y realismo. La embriaguez de la altura se ha apoderado de mi y me domina". Más adelante continúa: "Habías leído en varios libros a grandes alpinistas soportando peligrosos vivacs por encima de los ocho mil metros. Hombres duros y valientes que aguantaban, agotados, noches eternas en medio de hielos eternos. Todo esto te había parecido siempre cosa de unos grandes hombres. Ahora te encuentras en su situación".

Ante estas palabras uno no deja de cuestionarse qué es lo que impulsa a estos hombres. ¿Qué buscan en esas inalcanzables inmensidades de piedra, hielo y nieve? Quizás la respuesta sea tan intangible como el viento que azota en las grandes alturas, pero no puedo dejar de preguntárselo: "Romper con la comodidad, ponerte a prueba en el otro lado para luego poder valorar aquello que tienes". Mentre hi hagi llum también habla de la crudeza y la belleza de la vida, de la superación de las ganas de abandonar, de abandonarse; es un reflejo de la impotencia ante la tragedia, y es, sobre todo, un canto a la amistad. "Joan ya no está. Quedamos tres: Quim, Toni y Edu. Tres hermanos, más que amigos". Como más adelante recordaría en su segundo libro, Per ser tan blanca, "No me he sentido nunca un alpinista individual. Creo que no tendría ni la fuerza suficiente para subir las escaleras de casa. Lo que nos unía y nos hacía valientes era esta confianza y a la vez necesidad del compañero que se ata al otro extremo de la cuerda".

De modo distinto, pero con el mismo sentimiento de equipo, Sílvia Ferrandis, médico de la expedición de mujeres que alcanzó la cumbre del Shisha Pangma en septiembre de 2001, escribió Les dones del Shisha. Como la propia autora reconoce, un libro como el suyo es un libro atípico en la bibliografía de montaña "Todo muy bonito, demasiado feliz, con poco sufrimiento, cuando la literatura de montaña que más vende es la que habla de tragedias, muertes y congelaciones". La verdad es que Les dones del Shisha es también un libro sobre el factor humano en una expedición dónde todos los integrantes, incluidos los sherpas, eran mujeres.

El libro nació de una necesidad material: era un intento por encontrar capital líquido para la expedición femenina. Ferrandis buscó explicar la experiencia de una forma sencilla, tratando que el libro no fuera un reflejo personal, sino que relatara el punto de vista de todas las sishas (miembros de la expedición). "Lo que vivimos durante casi dos meses nos había acercado las unas a las otras de una manera muy especial". El resultado fue un libro muy documentado sobre la geografía, la historia y las gentes del Nepal y el Tibet, pero a su vez un libro que describe minuciosamente, y con mucho sentido del humor, el funcionamiento de la expedición: "En medio de ese paisaje enorme y desolado, donde hasta pensar era agotador, Núria no sabía qué esperar. Pero intuyó que la radio iba a traerle justo lo que necesitaba. Y lo confirmó cuando escuchó, inesperadamente, que en su aparato sonaba una canción familiar: Ets Bonica. Era Olga que empezaba la programación especial de una emisora que nació y murió ese mismo día. La Onda Shisha".

Ferrandis explica que la montaña representa una forma de vida y añade que no tiene sólo una visión deportiva de la montaña, sino que interioriza mucho las sensaciones. Para ella la montaña significa la búsqueda de los propios límites, de los propios miedos y la forma de vencerlos. "Ya ves", concluye, "me defino como una romántica de la montaña". Hace poco que regresó del Everest, donde la cordada femenina ha vuelto a alcanzar sus objetivos, y ya está preparando un nuevo libro sobre la experiencia en el punto más alto de la tierra.

Sin embargo, el relato de los techos del mundo es tan sólo la culminación de más de doscientos años de sentimiento de la montaña, de literatura basada en la pasión por las cumbres, según el catedrático de Geografía, Eduardo Martínez de Pisón, "de la transmisión de una experiencia personal que se adquiere en el centro de la gran belleza y la fuerte exigencia del territorio montañoso". Así lo explica en El sentimiento de la montaña, un libro escrito a cuatro manos con el alpinista y director del programa televisivo Al filo de lo imposible, Sebastián Álvaro. El libro, que arranca de una charla que los autores dieron en la librería Desnivel de Madrid, intenta explicar cómo, desde que se inició la conquista de los Alpes, a finales del siglo XVIII, la historia del montañismo ha progresado por un camino de éxitos, pero a su vez de fracasos, sufrimientos y tragedias. Esta historia física ha ido en paralelo con la necesidad de reflejar las hazañas y emociones vividas sobre el papel. Se trata, como los mismos autores reconocen, de un libro de relecturas que reflejan su propia concepción de las montañas y el sentido ético que les acompaña en ellas. A su vez, Martínez de Pisón reivindica la urgencia de una cultura de montaña en nuestro país, por el hecho de que forma parte de la cultura europea y, así mismo, porque cree que de ese modo tendríamos más respeto por sus paisajes. En palabras del gran alpinista Reinhold Messner, "las montañas no tienen por qué ponerse a nuestra altura, sino nosotros a la suya". La Vanguardia, Cultura/s, 4 d'agost de 2004

Mesos

A vegades les coses no són com esperàvem que fossin. Són com són i prou. Aquestes vacances he tornat a fer coses que enyorava: llegir per plaer, anar a la muntanya, dibuixar. M'he retrobat amb mi i amb nosaltres. Ara s'acaben i, malgrat la tristesa, estic tranquil·la.

22 de maig del 2010

Esperança II

Esperança II, Gustav Klimt, 1907-1908

He d'admetre que aquest quadre em va deixar glaçada. De pedra. Està al MoMA, en una sala, en un racó. Fent angle amb un Schiele, a la paret del costat. I Klimt no m'entusiasma. Detesto 'El petó'. Però em falta aire, perquè el que veig és el que veig, i la guia que carrego i que pesa molt (massa) m'ho confirma: "Una dona embarassada inclina el cap i tanca els ulls com resant per la seguretat del seu fill. Darrere el seu ventre treu el cap una calavera, senyal del perill que l'aguaita. Als seus peus tres dones amb el cap cot aixequen les mans, suposem que també en senyal d'oració, tot i que la serietat dels seus rostres podria ser un signe de dol, com si preveiessin el destí del nen." Però, un moment, aquest quadre es diu 'Esperança II'?! I encara, la guia: "Klimt la va titular 'Visió', però a una altra pintura anterior i semblant d'una dona embarassada la va titular 'Esperança' i, per associació amb aquella, aquesta es coneix amb el nom d' 'Esperança II'". Un dolç equilibri entre naixement, mort i sensualitat. I jo m'hi aferro.

25 d’abril del 2010

Vertigo


El viatge a NY va ser una experiència increïble, un oasi en tots els sentits de la paraula.  Hi va haver un moment, només un, en què, a més, es va convertir en una experiència, per mi, gairebé existencial. Va ser el dia que vam pujar a l'Empire State de nit. I és curiós com un acte que fan centenars de persones cada dia a mi em va fer sentir tan sola, tan buida. Enfilats a la terrassa, amb el vent de cara i mirant als taxis grocs, uns 381 metres sota els nostres peus, em van venir al cap moltes coses, o potser molt poques. No podia deixar de mirar a baix, em sentia feliç, però alhora immensament petita. I sola, molt sola. La ciutat em recordava un fotograma de Blade Runner, i m'imaginava com seria si tot s'acabés, com a La carretera de Cormac McCarthy, una novel·la que havia llegit unes setmanes abans i que reconec que m'ha impactat molt. Per sort el Sergi em va abraçar i em va fer tornar a la Terra. Vam baixar uns quants pisos a peu i vam tornar al soroll de la 5a avinguda gairebé com si la ciutat ja fos nostra.

21 de març del 2010

Ser valent o no ser

Els aeroports de tornada m'entristeixen. També si hi he d'anar a acomiadar a algú. Torno en un taxi sola cap a Fiumicino i recordo les llàgrimes de fa tres anys en un altre taxi tornant del Prat. Aquest cop no ploro, no puc, però tinc el cor encongit. He sortit a les 5 del matí de casa i hi torno, ara, malalta. He vist Roma des de la finestreta. Tancada en un hotel on fa temps es va rodar una pel·lícula amb un títol que ara em resulta irònic, La dolce vita.

Perquè la vida de Roberto, des de l'èxit de Gomorra, és més aviat una no-vida. Una presó. Des de fa quatre anys. I en té només 30. Tanmateix, no té por. I ho diu alt i clar. No és un heroi, està fart de semblar una verge de Guadalupe, que les mares li posin els seus nadons en braços, que la gent el toqui. No és el Padre Pio. Només és algú que un dia va començar a assenyalar amb el dit. A denunciar els crims que ningú s'atrevia a veure. El que ha estat passant a casa seva durant tants anys. Impunement. I ara torna amb un llibre imprescindible, incisiu, lúcid. Un recull d'articles, alguns anteriors a Gomorra. Enmig del seu infern particular, ell és allò que escriu. Contra els qui el difamen, contra els qui el voldrien mort. La bellesa i l'infern té un pròleg, El perill de llegir, que regira l'estómac, talla la respiració, eriça la pell. A Carta a la meva terra, Saviano es demana "però aquesta terra com es veu, com es representa a ella mateixa, com s'imagina? Vosaltres com us la imagineu la vostra terra, el vostre poble? Com us sentiu quan aneu a treballar a passejar, a fer l'amor? Us ho plantegeu, o us conformeu dient-vos que "sempre ha estat així i sempre ho serà"?. Com en el poema de Salvat-Papasseit, escup a la closca pelada dels cretins. 

Aterra l'avió minuts després que hagi acabat de llegir el darrer article, Qui escriu es mor. No vol ser un presagi, però sí que parla d'una altra escriptora perseguida i tristament assassinada pels sicaris de Putin: Anna Politkóvskaia. I acaba amb una pregària. Per l'Anna, pel Roberto, per tots els que s'arrisquen mentre nosaltres llegim apoltronats al sofà de casa: "Aquests mots són una pregària, pronunciada amb totes les possibles frases litúrgiques, cap al lector que ha decidit de dedicar-hi el temps. Una pregària perquè no deixi mai de reportar a tothom el que trobarà a Txetxènia i perquè no oblidi mai el sacrifici de qui va voler explicar. Una pregària perquè senti dins de la seva carn cada hora de la vida d'Anna Politkóvskaia, una vida sovint viscuda amb consciència de caducitat, però en la certesa que aquella data de caducitat només havia d'afectar el propi cos i alhora havia de difondre, com una constel·lació, les històries que contenia, dipositant-les en cada lector."

Només espero que la frase que Albert Camus escriu a L'homme révolté,  i que ell cita al pròleg, es faci realitat aviat: " l'enfern n'a qu'un temps, la vie recommence un jour."

14 de març del 2010

That's it

"Les arts no són una manera de guanyar-se la vida. Són una manera molt humana de fer la vida més tolerable. Practicar un art, tant se val si bé o malament és una manera de fer crèixer l'ànima, per l'amor de Déu, canteu a la dutxa, balleu mentre sentiu la ràdio. Expliqueu històries. Escriviu un poema a un amic, encara que sigui un poema penós. Feu-ho tan bé com pugueu. Obtindreu una recompensa enorme. Haureu creat alguna cosa.
Som al món per perdre el temps. Que ningú us convenci d'altra cosa."

Kurt Vonnegut, Un home sense pàtria, Columna Edicions, 2006.

Via Corto y pego, un blog que m'encanta.

Acabem de veure El encuentro de Descartes con Pascal joven, al Teatre Lliure, i m'ha agradat molt. Una petita obra d'idees, ben interpretada (Flotats hi queda bé, en el paper de Descartes, la seva tendència al tic "bon", suposo que d'influència francesa, aquí no fa nosa. L'actor que fa de Pascal no mata, però tampoc no és terrible) i amb molt ritme. Una hora i escaig que passa volant. La dialèctica entre els personatges, si tens al cap l'escola de Port-Royal i la disputa entre Jansenistes i Jesuïtes pel concepte de Gràcia divina, es segueix perfectament (i jo la tinc molt present, doncs vaig suspendre tres vegades l'assignatura de littérature française on s'explicava el segle XVII, les comèdies de Molière i les tragèdies de Racine i Corneille, contextualitzades per la idea de predestinació jansenista). No sé si realment Descartes i Pascal eren així (cap dels dos no va escriure sobre la seva única trobada) però m'agrada la posició que pren Descartes a l'obra, molt en relació amb la cita de Vonnegut (o, com a mínim, en relació en el meu cervell). Chapeau!

25 de febrer del 2010

Jimmy


Acaben de fer un reportatge a l'Sputnik que m'ha deixat una mica plonx. Era sobre la vida de Jimmy Hendrix, potser no tan bo com un altre que van fer fa uns mesos sobre la creació del LP Electric Ladyland, però molt més íntim i trist. M'agrada la música de Hendrix des de fa molts anys, potser no la posaria al número u de les meves preferències però per mi té una força brutal, una ànima pròpia. Com una descàrrega elèctrica als pulmons. Eric Burdon, que va ser el seu amic íntim, cita un fragment de Blade Runner com a darrera explicació de la seva mort prematura; el moment que Tyrell diu a Roy que no li pot allargar la vida, i que és un ésser excepcional: "The light that burns twice as bright burns for half as long - and you have burned so very, very brightly". Una altra estrella cremada abans de temps.

22 de febrer del 2010

Catherine M.


Quan va sortir la seva primera obra autobiogràfica, La vida sexual de Catherine M no em va cridar gens l'atenció. Els meus prejudicis em feien témer que fos una altra història pseudollibertina-maig del 68-què radicals, moderns, joves i guapos que érem tots. Una successió d'experiències nimfòmanes i res més.

Però el cap de setmana passat em vaig empassar Gelosia, la continuació o, més aviat, el pròleg d'aquesta primera novel·la, i he d'admetre que estava molt equivocada respecte a Mdme. Millet.

Perquè Catherine Millet fa una cosa admirable: s'exposa. És a dir, es mostra i s'arrisca. I s'enfronta als seus dimonis i tabús sense sentir-se la reina del mambo, sinó deixant palesa la seva vulnerabilitat. 

Així, explica que va escriure La vida sexual de Catherine M per recuperar una sexualitat que havia estat esborrada, envaïda i desplaçada per la del seu home, Jacques Henric. Perquè La vie sexulle és una resposta a un atac de gelosia brutal que Catherine va experimentar durant tres anys de la seva vida, i que ara descriu, amb la mateixa metòdica descriptivista que utilitza per parlar d'art contemporani, a Gelosia, un llibre que en l'original francès es titula, precisament, Jour de souffrance.

"Durant tres anys, descobrir la llibertat sexual del meu company em va sotmetre a un sofriment enorme. A més a més, per mi la gelosia com a concepte era un sentiment tabú, detestable, per la qual cosa el meu patiment era doble", diu Millet. "De sobte em vaig trobar desposseïda de la meva pròpia sexualitat i obsedida per la de Jacques; la seva vida sexual eclipsava totalment la meva", en aquest sentit, "La vida sexual de Catherine M era una manera de recuperar el meu jo jouissante".  I ho fa no només a través de l'escriptura, sinó també de la psicoanàlisi més dura, amb un terapeuta de l'escola Lacaniana. "Per sort, el segle XX és un període de la literatura i l'art en què es permet parlar del jo sense màscares, sense ocultar res. Si no hagués escrit Gelosia i m'hagués quedat amb La vie sexuelle no hauria anat fins al fons de la qüestió, no hauria estat honesta amb mi mateixa; necessito molta distància entre els meus jos, una mena de mirar la meva pròpia vida des de fora, però també necessito parlar sense cap censura". "Quan vaig descobrir que Jacques tenia relacions amb noies molt més joves, sobre les quals exercia una influència paternalista, em vaig adonar sorpresa que jo, que em considerava una dona independent, alliberada, intel·lectual, també necessitava aquesta protecció paternal de part del meu marit, tot i que ell, evidentment, no ho hauria sospitat mai".

Catherine Millet era una noia de banlieue, de les rodalies de París, que volia ser Françoise Sagan i, en cert sentit, ho va aconseguir. Gràcies al seu talent i determinació, va escapar al seu suposat destí per sentir-se com a casa en els ambients artístics més sofisticats de París i Europa en general. La seva vida transcorria entre la direcció de la prestigiosa revista Art Press, que va fundar, i les mostres i biennals d'art d'arreu del món, en una atmòsfera de llibertat absoluta en tots els terrenys. Però Catherine Millet també és l'adolescent que es va trasbalsar al descobrir a la seva mare petonejant-se amb un altre home, o més directament quan aquesta li va confessar que havia tingut set amants (és a dir, que tenia vida més enllà del nucli familiar de marit i fills), és la nena que va tenir una formació catòlica estricta i que admet haver gaudit molt de la sexualitat de manera passiva (com a receptacle per a la imaginació dels seus companys de joc), també és la dona que murmura, arran d'una pregunta de periodista, que sí, que li hagués agradat tenir fills, però que "mai van arribar". És, en definitiva, una dona valenta. Amb les seves obsessions i neurosis, les seves pors i els seus dubtes, però també amb un coratge i una força que la fan destacar per sobre de la majoria.

A Gelosia hi ha diversos fragments que m'han cridat l'atenció. Sobretot les que parlen de la nostra posició respcte a nosaltres, i respcte als altres. "És un error creure que qui somieja es desvia del món, perquè, ben al contrari, les seves altres vides molt sovint hi fan possible l'empatia" (pàgina 30). O aquesta reflexió: "Dalí utilitza la seva demostració com a pretext per atacar la geometria euclidiana, que no tan sols regeix la nostra representació del món a través de la perspectiva piramidal, sinó que s'ha acabat imposant a la nostra manera de percebre, i fins i tot de pensar. Per ser sensibe al que s'esdevé als marges i als racons, és necessari tenir la ment lliure respecte als sistemes jeràrquics que hi concediexen menys importància que a tot allò que ocupa el centre o la part alta, tant si s'anomenen sistemes d'ordre social, moral o fins i tot estètic [...]. Una mirada tan perfectament disponible, que duu a terme una "igualació" tan perfecta de la realitat, és pròpia de qui es desplaça pel món deixant-se portar per una curiositat del tot desproveïda d'apriorisme.  Aquest rebutja d'entrada les distincions entre el que és interessant i el que no ho és, el que és noble i el que és innoble, la bellesa i la lletjor. El món conserva davant seu alguna cosa de la unitat anterior a la caiguda. Fonamentalment, és amoral".

Una mena de consol, petit potser, per algú com jo que creu que s'equivoca cada cop que obre la boca. O que diu el que pensa.

17 de febrer del 2010

An' here I sit so patiently waiting to find out what price you have to pay to get out of going through all these things twice

"Now the rainman gave me two cures,
Then he said, "Jump right in."
The one was Texas medicine,
The other was just railroad gin.
An' like a fool I mixed them
An' it strangled up my mind,
An' now people just get uglier
An' I have no sense of time."

Bob Dylan, Stuck Inside Of Mobile With The Memphis Blues Again, 1966

Del mateix disc, Blonde on blonde, el tros de cançó que em cantava P. :

"You make love just like a woman, yes, you do
Then you ache just like a woman
But you break just like a little girl."

13 de febrer del 2010

Marianne i Johan

 
Ingmar Bergman el realitzador Sven Nykvist, l'actor Erland Josephsson i l'actriu Liv Ullman a la casa-estudi que Bergman tenia a Fårö, Suècia, 1972.

Influenciat per la figura del seu pare, pastor luterà, l'obra d'Ingmar Bergman sempre gira al voltant de la idea de pecat, confessió, càstig, perdó i redempció, conceptes que, malgrat la seva voluntat deïcida, va seguir aplicant mentre escoltava el silenci de Déu.  I ho va fer també a l'intentar esbrinar la naturalesa de les relacions de parella a Escenes d'un matrimoni (Scener ur ett äktenskap), obra que Marta Angelat ens porta ara al TNC amb Francesc Orella i Mònica López en els papers de Marianne i Johan.

Escenes d'un matrimoni trasbalsa. Rodada originalment en format de sis capítols per a la televisió sueca el 1973 (un any després Bergman faria un tall de 155 minuts per a les sales de cinema), l'obra "s’endinsa en la crisi i les infidelitats del matrimoni en l’edat adulta. Bergman fa una dissecció de les relacions entre Marianne i Johan, una parella que se separa després de relacions extramatrimonials, intenta refer-se i descobreix que, d’alguna manera, estan destinats a retrobar-se" (Marta Angelat). Més que visualitzar els secrets i intimitats del matrimoni, l'espectador es veu interpelat, escopit a la cara. Bergman posa en joc la nostra concepció de la parella, de l'amor i del desamor. I els diàlegs que utilitza ens qüestionen a tots. Com quan fa dir a Johan alguna cosa com "fins ara tota la meva seguretat residia en allò que estava fora meu, allò que havia construït... Ara em sento segur amb allò que sóc".

Però Angelat ha volgut contraposar aquestes Escenes al testament cinematogràfic de Bergman, Saraband (2003). Rodada 30 anys després amb els mateixos protagonistes (Liv Ullman, la que va ser la seva musa i amant, i Erland Josephson), segons la directora, Sarabanda tanca el díptic "sobre els conflictes i les ferides obertes de les relacions de parella, que ni el pas del temps ni la distància aconsegueixen tancar". Per mi, i malgrat que la interpretació en aquesta segona part també és brillant (sobretot per part d'Angelat, que fa de Marianne, i d'Orella, ara en el paper de Henrik, fill de Johan), trobo que trenca molt amb el clímax de les Escenes. Potser perquè per l'espectador no han passat aquests 30 anys de distància que es va agafar Bergman per tornar a disseccionar els dos personatges, o, encara més probablement, perquè mentre que a la primera part se'ns permetia creure en l'amor més enllà dels convencionalismes, a la segona queda ben clar que estem sols. Potser intentant escoltar el silenci de Déu.

30 de gener del 2010

Memòria

A Els escenaris de la memòria Josep MªCastellet explica la seva primera trobada amb Mary McCarthy. Wow. M'encanta que el Castellet encara em sorprengui.
Porto una hora intentant recordar on vaig llegir fa uns dies un inici de novel·la, escrita per una dona, que em va impactar molt. No me'n surto. Creia que era en aquest article sobre la McCarthy, però no. I el més greu és que ni tan sols recordo perquè em va agradar tant, aquella frase. Tinc la vaga idea que parlava del temps i dels llocs, i de la dimensió espai-temps en la memòria. O això, o vés a saber.
M'hagués encantat poder escriure aquesta frase que ni tan sols sé què deia. Olé Núria, cada dia et superes més.

29 de gener del 2010

Jerome David Salinger

“Among other things, you'll find that you're not the first person who was ever confused and frightened and even sickened by human behaviour. You're by no means alone on that score, you'll be excited and stimulated to know. Many, many men have been just as troubled morally and spiritually as you are right now. Happily, some of them kept records of their troubles. You'll learn from them—if you want to. Just as some day, if you have something to offer, someone will learn something from you. It's a beautiful reciprocal arrangement. And it isn't education. It's history. It's poetry.”

Si a algú li cal més informació, la pot llegir aquí, aquí o aquí.

The New Yorker ha deixat en obert els relats que Salinger va publicar al setmanari entre 1946 i 1965.

Perquè tots, absolutament tots, ens vam enamorar en algún moment de Holden Caulfield.

6 de gener del 2010

Benvingut 2010



Per fi, 2009 ja és història. Piles recarregades del tot aquests dies. I a la primavera, Nova York. Què més es pot demanar?